→ Durante más de dos décadas, el celeste fue el tono distintivo de las piletas. Sin embargo, a comienzos de 2025 empezó a imponerse una nueva tendencia que, según proyectan los especialistas del ámbito del diseño, terminará de consolidarse para el verano de 2026. En el último tiempo, cada vez más personas se inclinan por pintar la pileta en negro mate o gris oscuro.
Esta predilección por el total black responde a la búsqueda de un estilo más moderno, elegante y sofisticado. Por otro lado, más allá de las cuestiones estéticas, existen motivos prácticos que explican esta elección. Es importante tener en cuenta que el cambio de color no solo transforma la apariencia de la pileta, sino que también modifica la experiencia de uso y el modo en que se integra al entorno.
→ 1° – TEMPERATURA MÁS EQUILIBRADA
Una de las características más atractivas de los revestimientos oscuros se vincula con su capacidad para contribuir a mantener más estable y cálida la temperatura del agua. Esta retención de calor resulta muy beneficiosa frente a climas de transición o estaciones medias, ya que permite extender el período de uso de la pileta sin necesidad de recurrir a sistemas de calefacción artificial. Además, el efecto térmico se percibe incluso en días nublados, cuando las superficies oscuras continúan absorbiendo la radiación solar y reducen la pérdida de temperatura durante la noche.
Sin embargo, es importante considerar que el negro eleva la temperatura de la piscina varios grados por encima de lo habitual, lo cual puede ser una desventaja en piletas expuestas a sol directo o en zonas en las que el clima es elevado la mayor parte del año.

→ 2° – EL EFECTO ESPEJO DEL AGUA
El negro mate en el revestimiento contribuye a posicionar la piscina como el centro de atención del jardín o la terraza. Esto se debe a que los tonos oscuros intensifican el contraste con el entorno y potencian el reflejo de la luz, generando un efecto visual conocido como “espejo de agua”. De este modo, la superficie adquiere una apariencia más profunda y sofisticada, integrándose de manera armónica con los materiales naturales y las líneas minimalistas que dominan las tendencias actuales en diseño exterior.
Esta estética es muy valorada en proyectos arquitectónicos contemporáneos, especialmente aquellos con influencias modernistas y minimalistas. En estos casos, el negro aporta una sensación de serenidad y equilibrio visual, la cual se acentúa cuando se combina con una vegetación exuberante o con materiales naturales como la piedra, la madera o el hormigón alisado. De esta forma, el contraste entre el tono oscuro del agua y las texturas orgánicas del entorno da lugar a una atmósfera sofisticada y envolvente, la cual permite que la pileta se integre al paisaje sin perder protagonismo.

→ 3° – UNA OPCIÓN ATEMPORAL
Para muchos arquitectos, el revestimiento oscuro -ya sea de venecita o azulejo negro- le confiere al agua un color natural que recuerdan a los ríos y lagos de alta montaña. Este efecto cromático rompe con la idea tradicional del azul artificial y transmite una sensación vinculada a la calma propia de los entornos naturales, reforzando así la conexión entre la arquitectura y el paisaje.
Esta elección mantiene su impacto visual durante todo el año. Incluso cuando la piscina no está en uso, el agua oscura actúa como un elemento decorativo que aporta profundidad y continuidad al espacio exterior, integrándose con el entorno como un espejo que refleja el cielo, la vegetación y las variaciones de luz a lo largo del día.

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